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Dr. Holon de febrero

08-02-2023

Dr. Holon de febrero
En la naturaleza, el invierno es la época de la conservación de la energía. Algunos animales emigran a zonas más cálidas y ciertos mamíferos hibernan, es decir, pasan el invierno en un lugar aletargados. Esto incluye una serie de fenómenos biológicos que les sirve para pasar esa época desfavorable. El metabolismo de estos animales se ralentiza, su temperatura corporal disminuye y la frecuencia respiratoria es inferior a la normal. Es un estadio de inactividad que les permite ahorrar energía e ir gastando paulatinamente las reservas acumuladas durante la época más cálida.

Las plantas de clima templado también necesitan hibernar para desarrollarse bien en la época de crecimiento en primavera y verano. Durante este período las plantas paran su crecimiento para poder brotar después correctamente. Los árboles caducifolios, pierden sus hojas en invierno y de ahí el aspecto descarnado, invernal, mostrando sus ramas desnudas. Este arte de no hacer nada forma parte de la sabiduría de los bosques.

¿Y qué nos ocurre a nosotros? Las temperaturas bajas y las pocas horas de luz descienden el ánimo y nos provocan ganas de dormir más, comida caliente, y pasar más tiempo en casa. Pero contra estas necesidades innatas, en nuestra sociedad el invierno es una época de actividad intensa, tanto en el mundo escolar y académico como en el mundo laboral. El cuerpo nos pide descansar más y es cuando llenamos nuestras agendas con multitud de actividades.

Si nos extra limitamos con las actividades, esto puede ser causa de estrés y más en unos momentos en los que el cuerpo nos pide calma. Pero es también la época ideal para cerrar ciclos y planificar nuevos comienzos. De hecho en el campo es momento de calma y reparación para prepararse para la primavera cuando todo renace.

Los días cortos invitan al recogimiento, cuidado y reflexión y a no apresurarnos y detenernos. De hecho, el invierno es un antídoto para el estrés, la ansiedad y las prisas, siempre y cuando sigamos lo que nos pide el cuerpo. El frío también nos vuelve más melancólicos y esto ayuda a la introspección y puede permitirnos conocernos mejor.

Para facilitar esta disposición natural al recogimiento, la calma y la tranquilidad es importante crear ambientes agradables con luces cálidas y con texturas de los cojines, alfombras, cortinas y ropa de casa que la convertirán en el refugio ideal para pasar esta época del año.

El invierno puede resultar muy desestresante si lo aprovechamos para tener una actitud positiva, ralentizar un poco el ritmo, respirar bien, relajarnos, dormir y descansar.
  • Dr. Holon de julio

    Inmediatez y estrés

    La revolución tecnológica de la comunicación nos ha sumergido en la era de la inmediatez. Vivimos en una época en la que la mayoría tenemos algo en común: la falta de tiempo. A menudo esa sensación de que nos falta tiempo, nos hace vivir en una situación constante de urgencia, todo debe hacerse ahora, o ya era para ayer y esto nos acaba creando una sensación de asfixia y un sentimiento de insatisfacción permanente. Esta presión puede acabar provocando un estrés crónico.
  • Dr. Holon de mayo

    Cleanfulness y estrés


    ¿Limpiar puede rebajar el estrés? Las tareas de ordenar, ventilar, quitar el polvo, pasar el aspirador, lavar los platos y otras actividades domésticas, ¿pueden desestresarnos o contrariamente crear más ansiedad y pereza?

    En 2015, la autora japonesa Marie Kondo publicó el libro “La magia del orden” que se tradujo a más de 23 lenguas. Experta en el orden, la escritora nos presenta su método consistente en acomodar adecuadamente los objetos de la casa. Y así se transforma el espacio y puede transformar a quien lo practica.

    Durante la pandemia del Covid, al quedarnos encerrados en casa, se disponía de tiempo y era muy necesario mantener el hogar en condiciones de orden y limpieza. Desde entonces multitud de vídeos en las redes sociales, influencers explicando cómo limpiar la casa, shows televisivos y libros, nos ayudan a limpiar y organizar la casa de forma consciente.

    El mindfulness o atención plena centrada en uno mismo y en el momento presente, es una práctica que permite aliviar el estrés, la ansiedad o la depresión. Ahora se habla de cleanfulness cuando utilizamos la limpieza de la casa de forma que la organización y la relajación nos ayudan a vivir mejor. Como en el mindfulness, se trata de poner la atención en el presente, mientras limpiamos y organizamos el lugar en el que vivimos.

    Si volvemos a casa después de un día estresante y la encontramos totalmente desordenada, sucia, con la cocina con todos los platos en el fregadero, y el sofá lleno de cosas para ordenar, no nos ayudará a relajarnos, porque la limpieza y el orden nos da paz y tranquilidad. Si en estos momentos debemos ponernos a limpiar, quizás nos sentiremos enojados, frustrados, agobiados, agotados…

    El cleanfulness es una práctica que nos reconcilia con la limpieza y supone que si tenemos la casa limpia, la mente es más feliz y limpiar una habitación nos ayuda también a clarificar nuestras ideas.

    ¿Y cómo podemos practicar el cleanfulness?
  • Tecnoestrès y Phubbing

    ¿Quién no se ha estresado en una reunión laboral, familiar o con amigos al sufrir phubbing?