Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer nuestros servicios y recoger datos estadísticos. Continuar navegando implica su aceptación. Más información Aceptar
93 461 31 91 - 606 009 387
93 461 31 91 - 606 009 387

Dr. Holon de septiembre

31-08-2022

Dr. Holon  de septiembre
Tomar decisiones es cambiar, y los cambios provocan un gran estrés emocional. Porque no es suficiente tomar una decisión, sino que también es necesario la voluntad de transformarse para abandonar los viejos patrones. Siempre debemos tomar decisiones porque vivir significa elegir. Si no elegimos nos bloqueamos y no progresamos.

Hay personas a las que les resulta fácil tomar decisiones, en cambio, hay otras que practican la procrastinación, es decir, dejarlo para más adelante.

Normalmente, si tenemos dificultad para tomar decisiones es porque tenemos miedo a equivocarnos, o bien somos excesivamente perfeccionistas y valoramos en exceso las consecuencias de una decisión, o necesitamos la aceptación por parte de los demás de nuestra decisión y al final les delegamos las decisiones, o las dejamos para más adelante o incluso las tomamos impulsivamente como respuesta evitativa ante el malestar.

El miedo a equivocarse es normal, y debemos considerar que tenemos derecho a equivocarnos a la hora de tomar decisiones. Es importante tener autoconfianza, autoestima y una buena experiencia emocional que nos ayudará a identificar, aceptar y manejar nuestras emociones, si no la toma de cualquier decisión nos causará mucho estrés.

Todos tenemos nuestras propias estrategias, hay quien hace unas listas de los pros y contras, si son muy exhaustivas nos costará mucho decidirnos, otros confían en una revelación y dicen que lo consultarán con la almohada, esto puede ser muy impulsivo emocionalmente, pero entre uno y otro extremo hay muchas actuaciones intermedias que requieren, algo de concentración y reflexión, y un tiempo para madurarlo, en función de lo complicada o vital que sea la decisión. Es crucial ponernos una fecha límite.

Por lo general, no hay una única opción correcta, por eso es bueno considerar diferentes alternativas y confiar en la decisión tomada, porque a veces, no hay sólo un camino para llegar a donde queremos, y muy interesante es cómo recorremos el camino y no pensar que hubiera ocurrido si hubiéramos tomado otra decisión, porque esto es una fuente de estrés asegurada.

Seguro que una vez incorporados a la vida cotidiana deberemos tomar decisiones continuamente, pero para no añadir al estrés de cada día el de las decisiones, recordemos lo que decía Nelson Mandela: “Que tus decisiones reflejen tus esperanzas y no las de tus miedos”, o lo que nos aconsejaba Maimónides, filósofo, teólogo y médico judío cordobés hace casi diez siglos: “El riesgo de una decisión equivocada es preferible al terror de la indecisión”.

Feliz vuelta y acertadas decisiones.

  • Estrés y decrecimiento

    Después de estos días de fiestas, donde el consumismo vive uno de los momentos álgidos del año y sigue con la época de rebajas incitándonos para que no bajemos el ritmo de gasto, acabaremos enero con fríos invernales y las cuentas y ahorros a bajo cero. Y eso no nos ayudará en nada a controlar nuestro grado de estrés.

  • Dr. Holon de junio

    Estrés y píldora de naturaleza

    Hoy he recetado una píldora de naturaleza. ¿Tengo que ir a la farmacia a buscarla?, me ha dicho el paciente. No es necesario. Se trata sólo de pasar de 20 a 30 minutos en contacto con la naturaleza. Puede andar o estar sentado o tumbado en la hierba, pero sin utilizar teléfonos, tabletas, libros, etc. Y me ha respondido: lo cierto es que me sería más fácil tomar, píldoras, una, dos o las que convengan.
  • Dr. Holon de octubre

    ¿Estoy estresado o hastiado?

    Últimamente se ha banalizado mucho el término estrés. Se asocia a cualquier estado de ánimo que nos hace sentir mal, y sobre todo nerviosos o sin ganas de hacer nada. Cuando sentimos malestar, es fácil decir estoy estresado, pero sabemos que estamos estresados cuando las demandas superan nuestras capacidades y nos sentimos sobrepasados, que no damos abasto, que no tenemos tiempo y que no rendimos.