Dr. Holon de marzo
01-04-2022

En casos de estrés importante, bastantes folículos pilosos pasan a una fase de reposo y el cabello puede caer al peinarse o lavarse el pelo. Es el llamado efluvio telógeno.
También la tricotilomanía que es una necesidad irresistible de arrancarse el cabello, de la cabeza, de las cejas o de otras partes del cuerpo, de forma recurrente, provoca la pérdida de cabello, y es una forma de afrontar sentimientos negativos o incómodos, como la tensión, la soledad, el aburrimiento, la frustración, la ansiedad y el estrés.
En el caso de la llamada alopecia areata, se pierde el cabello en parches redondos porque el sistema inmunitario ataca a los folículos pilosos y esto causa la caída del cabello. Hay muchos factores que puede provocarlo y el estrés es uno de ellos.
La caída del cabello afecta tanto a hombres como a mujeres. Pero las mujeres en caso de embarazo, lactancia o menopausia, añadido a situaciones de estrés, pueden ver agravada la caída del cabello.
Y no sólo el estrés afecta a la caída del cabello sino también a la aparición del cabello blanco. Un estrés crónico o agudo intenso puede dar lugar a una aparición prematura de canas.
¿Y podemos hacer algo para evitar esa caída ocasionada por el estrés?
• En primer lugar gestionar adecuadamente el estrés. Con terapias de relajación, respiración y si es necesario tratamiento psicológico.
• Seguir los consejos de un dermatólogo especializado en tricología
• Llevar un estilo de vida saludable: dormir bien, seguir una alimentación equilibrada, variada y suficiente y realizar ejercicio regularmente.
Y en cuanto al cabello blanco, añadir cobre a nuestra dieta, puede retrasar la aparición de las canas. El cobre lo podemos encontrar en el cacao y en el chocolate negro y también en las almendras, nueces, piñones y cereales integrales entre otros.
En el Instituto del estrés, podemos medir tu grado de estrés, y de acuerdo con los resultados, ofrecerte tratamientos de relajación, respiración o psicología, para reducirlo y aprender a gestionarlo adecuadamente, y de esa manera contribuir a frenar la caída del cabello, si la causa es el estrés.
También la tricotilomanía que es una necesidad irresistible de arrancarse el cabello, de la cabeza, de las cejas o de otras partes del cuerpo, de forma recurrente, provoca la pérdida de cabello, y es una forma de afrontar sentimientos negativos o incómodos, como la tensión, la soledad, el aburrimiento, la frustración, la ansiedad y el estrés.
En el caso de la llamada alopecia areata, se pierde el cabello en parches redondos porque el sistema inmunitario ataca a los folículos pilosos y esto causa la caída del cabello. Hay muchos factores que puede provocarlo y el estrés es uno de ellos.
La caída del cabello afecta tanto a hombres como a mujeres. Pero las mujeres en caso de embarazo, lactancia o menopausia, añadido a situaciones de estrés, pueden ver agravada la caída del cabello.
Y no sólo el estrés afecta a la caída del cabello sino también a la aparición del cabello blanco. Un estrés crónico o agudo intenso puede dar lugar a una aparición prematura de canas.
¿Y podemos hacer algo para evitar esa caída ocasionada por el estrés?
• En primer lugar gestionar adecuadamente el estrés. Con terapias de relajación, respiración y si es necesario tratamiento psicológico.
• Seguir los consejos de un dermatólogo especializado en tricología
• Llevar un estilo de vida saludable: dormir bien, seguir una alimentación equilibrada, variada y suficiente y realizar ejercicio regularmente.
Y en cuanto al cabello blanco, añadir cobre a nuestra dieta, puede retrasar la aparición de las canas. El cobre lo podemos encontrar en el cacao y en el chocolate negro y también en las almendras, nueces, piñones y cereales integrales entre otros.
En el Instituto del estrés, podemos medir tu grado de estrés, y de acuerdo con los resultados, ofrecerte tratamientos de relajación, respiración o psicología, para reducirlo y aprender a gestionarlo adecuadamente, y de esa manera contribuir a frenar la caída del cabello, si la causa es el estrés.
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