Dr. Holon de febrero
04-02-2021

Fue la NASA que financió los primeros estudios sobre los fractales como reductores de estrés con el objetivo de mantener la salud de los astronautas en las largas misiones lejos de los paisajes de la tierra. El 90% de la información que recibe nuestro cerebro proviene de la vista, y un 95% de las personas muestra una preferencia visual positiva de los fractales sobre los patrones euclidianos (líneas y ángulos rectos, rectángulos, cubos, cilindros...), y esto es debido a la facilidad con la que podemos procesar los fractales, dado que en la naturaleza los patrones geométricos son fractales.
Richard Taylor, profesor de física en la Universidad de Oregón y experto en la teoría del caos, fractales y las interrelaciones entre arte y ciencia, ha demostrado que la exposición a escenarios naturales fractales va acompañado de la reducción del estrés en un 60%.
Actualmente, los paisajes urbanos responden más a patrones geométricos euclidianos, minimalistas (rectángulos, líneas y ángulos rectos, planos vacíos, cubos...), cuando en cambio lo que necesitamos son geometrías de carácter fractal que nos resultan más fáciles de procesar y tienen valor de supervivencia que esto siempre desestresa. Otras geometrías nos restan energía cognitiva que la podemos dedicar a otras cuestiones como por ejemplo la comprensión de las emociones de los demás que también ayuda a sobrevivir.
Se recomienda dedicar 20 minutos diarios a contemplar imágenes donde domina la geometría fractal (olas del mar, ramas de árboles, inflorescencias florales o determinadas estructuras arquitectónicas...) para reducir nuestro grado de estrés. Y seamos atrevidos y incluyamos estructuras fractales y menos rectilíneas y minimalistas en nuestro entorno laboral o en casa y reclamemos entornos urbanos más fractales.
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